La naranja mecánica (Soundtrack) -Wendy Carlos
- yosoycass
- 9 ago 2020
- 2 Min. de lectura
GÉNERO: Soundtrack
CALIFICACIÓN: 95
Por Sebastián Mena.

Kubrick un genio, un obsesivo, un despiadado, un crítico ácido, un cínico y uno de los más grandes cineastas que han existido y existirán. No había misterio alguno, Kubrick siempre llevo a su arte a límites insospechados, brindando obras complejas, cargadas de críticas, indirectas muy directas y con representaciones disparatadas que, de alguna forma, eran representaciones verídicas y fieles de la sociedad moderna.
Kubrick nunca guío por los límites, si a Kubrick le decían que no, el buscaba desesperadamente la forma para que si se pudiera. El claro ejemplo es esta película, La naranja mecánica, una de esas películas controversiales que siguen dando que hablar hoy en día. Kubrick eligió de todo: desde su elenco, hasta su compositora principal; la música trans, que estaba colaborando para los cimientos de la música de sintetizador y la música electrónica en general, que fuera trans y que hiciese música electrónica no es problema hoy en el siglo XXI, pero estamos hablando de una película de los setenta, claro que había problema, al punto que los trabajos de Carlos parecen desaparecidos y no muchos cuentan su historia con la intensidad que se merece. Wendy Carlos era conocida, rechazada y admirada por traer el concepto de mezclar música clásica con música electrónica, prácticamente poner una obra de Bach en un sintetizador Moog -que ella colaboró en el perfeccionamiento de este instrumento y lo convirtió en lo que es ahora-, lo cual era bastante controversial, incluso para los estándares de los melómanos actuales.
Ya entrando en la banda sonora, es una combinación de sintetizadores, con piezas clásicas y sonidos electrónicos que la vuelven una maravilla instantánea; las canciones son combinaciones cargadas de violencia y elegancia, que te hacen como el compositor en un desplante de ira incontrolable dispuesto a todo para satisfacer sus instintos más primitivos y salvajes. Esta banda sonora, escuchada a parte de la película, es salvaje, no solo por el concepto, sino por su producción, con energía disparatada y burlesca y de los elementos más teóricos de la música, la banda sonora se convierte en una masa que te llena de la misma energía que te da la película, dejándote llevar por sus elementos sonoros y terminando con otra comprensión de la música y como esta debería ser concebida.
Esta banda sonora es rompedora, reta a los escuchas más teóricos y detiene en seco a los escuchas más experimentales, dejando con un sabor de boca agridulce a los escuchas más casuales.
SM
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