Los Siete Samuráis (SoundTrack) - Fumio Hayasaka
- yosoycass
- 8 ago 2020
- 2 Min. de lectura
GÉNERO: Soundtrack
CALIFICACIÓN: (OBRA MAESTRA) 10
Por Sebastián Mena.

Akira Kurosawa era un genio del cine, su cine y como él lo concebía era y es único. Prácticamente inigualable, desde la selección del elenco, pasando por la forma de dirigir la cámara, su perfección cayendo en la obsesión en el diseño de producción, la meticulosidad en el guión. Y así, hasta llegar a la música.
Kurosawa era un hombre de poco amigos y menos aliados, más si se trataba de sus películas, por ello, casi siempre trabajaba con las mismas personas y casi siempre se concretaban los mismos resultados. En la música, Fumio Hayasaka era un colaborador frecuente del director, donde el objetivo era acentuar todas las escenas de la película, sentir que fluyeran adecuadamente dentro del contexto del guion y de los personajes, la música era parte fundamental para la comprensión del espectador al respecto de lo que estaba viendo. En papel esto suena, hasta cierto punto, sencillo, y hasta obvio, pero en la práctica es muy difícil dirigirlo de forma vistosa y a la vez comprometida.
En los Siete Samuráis es el ejemplo perfecto, donde cada tonada y cada escena es complementada perfectamente. Durante los escasos 46 minutos que dura la banda sonora (es un tiempo corto, considerando que la película dura 3 horas con 27 minutos) se siente la intensidad del guion y de los personajes, al punto que parece que la música esta planteando otra historia durante la película, los momentos de intensidad se sienten acentuados, los momentos dramáticos melancólicos y los momentos de calma como pausas entre todo lo que el espectador esta viendo. Esta banda sonora se siente clásica y moderna al mismo tiempo, esto gracias a sus elementos combinados de música para cine y opera, que complementa de forma divina la estética de la película, la música te hace sentir mucho más sumergido dentro del periodo histórico que está situada la película. La producción es bella, cada instrumento se siente acomodado y con un lugar dentro de las composiciones. Se siente cada instrumento, tanto en su versión original, como en la masterizada, sientes a la orquesta tocando para ti, creyéndote todo un samurái en el Japón feudal.
Al final del día, estamos ante una banda sonora para la posteridad, cada elemento se siente armónico y a-temporal gracias a su calidad. No hay nada que pueda superar la versatilidad de emociones que nos da esta banda sonora, combinado con esa calidad y entrega que compositor y director proveían en cada película que trabajaron juntos.
SM
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