Never for Ever - Kate Bush

GÉNERO: Rock/Alternativo/Pop

CALIFICACIÓN: 91

Por Sebastián Mena.

Hay momentos en la vida en los que se debe cambiar, para bien o para mal, aunque estos cambios no te gusten o te puedas arrepentir de ellos algún día, es parte de la vida. El humano es una máquina constante y hasta que no lo entendamos nunca podremos madurar. Hay mucha gente que confunde madurar con cambiar, no son lo mismo y la compositora, cantante y productora inglesa Kate Bush sabe esto.

La carrera de Kate Bush es una de las más singulares del pop moderno, del pop contemporáneo y del pop desde su creación, empezando su carrera profesional a los 19 años -aclaración su carrera como tal empezó a los 11 años, con sus primeras y demos, pero no saco su primer material profesional hasta los 19 años (The Kick Inside)- con la ayuda de David Gilmour (si el de Pink Floyd), ella fue tratada como una artista de pop del montón, esto gracias a su belleza y gran carisma, no solo en su música, sino también fuera de ella. Pero ella nunca quiso ser una del montón, ella quería resaltar, ser relevante por su música, no por ser una cara bonita y lo más importante, ser famosa por su música (por eso, no es raro que sea reservada en su vida personal).

Never For Ever, es un salto de fe, tanto estéticamente como en su sonido y producción, Kate Bush, juega con todo lo que puede encontrar, desde sus letras, que aquí empiezan con su característico sello de surrealismo y abstracción, hasta con interludios o transiciones limpias de canción a canción. Todo sonando preciso y en su lugar, con una armonía de fantasía y con su voz armónica que es tan característica que no saldrá de tu cabeza en mucho tiempo, es como si entraras en tierra fantástica llena de hadas, duendes, árboles maravillosos, pero con la penumbra del mundo.

Si prestas la atención suficiente, el álbum no es del todo hermoso, tiene momentos oscuros, sombríos y fríos que te hacen recordar que no todo saldrá como tu quieres y que esto no es cuento de hadas maravilloso. En este punto de su carrera, Kate Bush se convierte en una artista en solitario, se separa de sus iguales de su época, madura tanto que es difícil saber con certeza en que punto de su carrera está. Tiene un estilo singular, lleno de instrumentos, efectos de estudios y una voz maravillosa que se ha intentado replicar, pero sin éxito alguno.

Este álbum, abre una nueva puerta de posibilidades hacia el ahora llamado avant-pop. No es el disco para empezar con Kate Bush, mucho menos su mejor trabajo, pero si es un trabajo especial que ha influenciado a multitudes de artistas en todas las latitudes del globo terráqueo.

SM